jueves, 8 de diciembre de 2011

Vuelve “El alma en un hilo”

Desde el miércoles 7 al domingo 11 de diciembre, y después de su éxito en octubre pasado dentro de la programación del FEST, vuelve a LA FUNDICIÓN “El alma en un hilo”, el nuevo espectáculo del actor sevillano afincado en Madrid, Manolo Caro (Tan pancho y con brío, que tuvo un gran éxito en LA FUNDICIÓN en temporadas pasadas), junto a Marga Morales y Pau Cólera y bajo la dirección del romano Luca Nicolaj

El alma en un hilo es una tragicomedia, un desafío teatral al miedo a estirar la pata, un viaje irreverente y divertido en un laberinto de creencias.

¿Qué hay del otro lado de la vida?

Tres personajes dan palos de ciego intentando averiguarlo.

La llegada de la muerte puede ser trágica, absurda, inoportuna, pero siempre es sobrecogedora. En tantos años de evolución y avances lo que nos espera tras nuestra partida sigue siendo un puro misterio. Tejiendo un sinfín de creencias tratamos de disimular el vértigo que nos produce.

Sin pretender una respuesta, El alma en un hilo propone una mirada poética sobre este misterio, deteniéndose en los aspectos tragicómicos que devuelven a la muerte su dimensión personal y cotidiana. Los tres personajes tropiezan con ella y buscan entre miedo, sarcasmo y rechazo una salida al desasosiego.

A lo largo del proceso nos hemos dado cuenta de que la imagen de la muerte se define durante la infancia y suele estar teñida por algo ingenuo, irracional, mágico. El espectáculo se acoge a esa mirada inocente que nos acerca a la muerte por el camino de la risa y de la paradoja.“El texto nace de fragmentos propuestos por los actores en los ensayos y en las improvisaciones, reelaborados y transformados. Para hablar de la muerte, un instante del que nada sabemos, he dilatado este momento, como si entre el hecho de morir y el dejar de ser la estructura del tiempo se despedazara, superponiendo fragmentos de manera arbitraria, sin respetar ningún orden cronológico. Creencias, miedos y percepciones inopinadas van creando un mosaico que cada personaje intenta recomponer a su manera. En muchas culturas se hace referencia a un período, que puede durar tres o más días, que el alma necesitaría para abandonar el cuerpo. Se le llama tránsito, bardo o sencillamente se considera como un viaje. El alma en un hilo no pretende añadir hipótesis sobre un eventual más allá ni desvelar ningún misterio. Me he detenido en el proceso de la muerte considerándolo una cita con uno mismo; acudiendo a ella, los tres personajes desarrollan un diálogo interior, agarrándose a los hilos delgados con los que pretendemos atar las cosas y darles un sentido.”


Luca Nicolaj

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