Buck, Mills y Stipe, dijeron ayer bye, bye a millones de seguidores desde su web. Lo han hecho de una forma discreta, pero elegante, y... sin fisuras -aparentes- entre ellos. Sin voceros alrededor; como caballeros, sin abogados, ni zarandajas; dejando la puerta abierta a la tan manida formula del “come back”, multiplicadora de ingresos tanto para ellos como para la discográfica. El legado musical que nos dejan no son simplemente los 15 discos de estudio oficiales, ni los siete discos recopilatorios; y ni tan siquiera los 11 dvd’s que su discográfica seguirá comercializando. Hay mucho más rulando entre los estantes de las casas de ventas de discos, cientos de grabaciones que sus fans y algunos avispados que supieron verle la punta pronto al grupo no tardaron en hacer circular alrededor del planeta, “grabaciones piratas” que lo llaman. También queda un legado inmenso en imágenes, miles de horas grabadas por sus fans y colgadas para el disfrute de todos en youtube, y otros canales en la red.
Lo mejor que han podían hacer es separarse. Sí señores; antes de empezar a repetirse con la misma formula hasta el hartazgo, lo mejor es decir bye, bye y hasta mañana, os quiero. Su último disco “Collapse Into Now”, no ha dejado de ser un disco más en su larga carrera -30 años dando el callo-, continuador de su sonido y sin apenas aportaciones. Una vuelta más al sonido al que nos tenían acostumbrados.
Buck, Mills y Stipe, no tienen un pelo de tontos. Les queda por explotar sus carreras individuales, y tiempo... mucho tiempo para experimentar e investigar y volver con nuevas aportaciones. Eso espero.
Y mientras esto llega, el tiempo para las reediciones ha comenzado; para los bonus tracks, para esos descartes en su momento despreciados, y ahora objeto de deseo. Este cadáver hará más rico a muchos, que ya se apresuran a sacar los cubiertos y sentarse a la mesa.
La fotografía, en blanco y negro, de los miembros de R.E.M. que precede al texto de despedida emula vagamente la famosa portada de los Beatles “Abbey Road”, con una salvedad: ellos caminan en sentido contrario. ¿Pura coincidencia, o un geroglífico más para el fan?
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